St. Georges Bank, como parte de su estrategia de sostenibilidad, apoya desde hace un par de años a las Pink Warriors

un grupo de mujeres pacientes de cáncer que practican un deporte tan exigente como es remar en bote dragón, con la finalidad de inspirar a otras a luchar por sus metas y a salir adelante pese a esta enfermedad.

Aunado al deporte las Pink Warriors crearon una fundación, sin fines de lucro, que busca concientizar a otras mujeres sobre la importancia de hacerse sus chequeos previos y de visitar al médico para una detección temprana de ese flagelo.

Además de los aportes de St. Georges Bank, la fundación capta recursos económicos de otras fuentes para la rehabilitación emocional y física de personas que hayan padecido o estén sobrellevando el cáncer.

Esto les ha permitido constituirse como un colectivo de mujeres solidarias, resilientes, perseverantes, deportistas y sobre todo, mujeres de fe.

Gracias a ese espíritu de equipo han logrado participar en 12 competencias, de las cuales siete han sido a nivel internacional, ya que han remado en ciudades tan importantes como Bariloche, Miami, Bahamas, Brasilia y, recientemente, el mundial de IBCPC en Nueva Zelanda.

Asimismo, han competido en torneos en Panamá contra equipos de otros países, tal es el caso de la primera competencia en la que participaron en el 2019, y el Campeonato Panamericano, que este año se celebró por primera vez en Panamá.

Actualmente las guerreras del remo se encuentran promoviendo la campaña Alas de Esperanza, con la idea de inspirar a otras personas a que no se den por vencidas y sean un ejemplo de esperanza: admirando a las sobrevivientes y honrando a las que ya no están.

En palabras de las guerreras, jamás se debe perder la fe pues se debe afrontar la enfermedad dándole a cada día su propio afán, rodeándose de personas positivas que les ayuden a mantener el ánimo de lucha, porque hoy en día esta enfermedad no es sinónimo de muerte y pueden salir victoriosas